Fuente: JNFNet

El animal se encontraba echado o agazapado en el garage de la vivienda de la señora Ana María Suárez, en calle 37 entre 14 y 16. Estaba entre un vehículo y la pared lindera.

La señora lo divisó al entrar a su garage a buscar una papas para preparar el almuerzo. En ese momento escuchó el gruñido felino. Ana María cuenta que se asustó, aunque su manera de actuar fue de mucha decisión y arrojo.

Salió del lugar muy despacio, llamó por teléfono a la autoridad de Bromatología, Méd. Vet. Dimas Castelucci y le dijo: «Vení enseguida, tengo un puma en mi casa».

Inmediatamente acudieron al lugar, avisados por el facultativo, la autoridad policial, personal de Bomberos, aislaron la calle, cortando el tránsito, alejando a la gente y avisando a los vecinos que no salgan de sus casas.

Para esto, la señora Suárez había tomado la sabia decisión de cerrar las puertas trasera y delantera del lugar. En ese instante tuvo al puma a unos 40 cm de distancia.

El resto del tiempo, hasta las 16.00 fue esperar la llegada de autoridades competentes.

El veterinario Castelucci aseguró a JNFNet que el ejemplar estaba en muy buenas condiciones, a juzgar por su tamaño pesaría unos 80 kilos y estaba tranquilo.

Alrededor de la 14.00 llegó la Policía Ecológica y personal de Guardaparques, de Necochea, a cargo de su director Julián Zugazúa.

Sobre las 16.00 llegó un móvil policial de la Dirección de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas, junto a miembros de Granja Los Pibes, de Tandil.

Ellos fueron los que sedaron al puma, primero y lo sacaron en un cubil de madera acolchado, unos minutos después en perfectas condiciones.

Se vivieron instantes de nerviosismo y de cuidado ya que el animal, si bien tenía una dosis de tranquilizante, no estaba totalmente dormido y había poco lugar para moverse junto a la dificultad para ver claramente al felino.

Pasado ello, se pudo sostener al puma y meterlo en el cubil. Los especialistas aseguraron que se trataba de un espécimen silvestre y descartaron que alguien lo hubiese tenido alojado como mascota, versión que corría en el lugar.