Viernes 19 de Abril de 2024

LA PROVINCIA

30 de septiembre de 2013

Expertos de Salud afirman que desayunar es un hábito protector contra el sobrepeso y la obesidad

Al respecto, la Provincia dictó en septiembre 3.400 talleres en escuelas. Forma parte del Plan de Alimentación Saludable. Se busca revertir una tendencia que preocupa: el 16 por ciento de los chicos son obesos.

 El dicho popular recomienda “desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, merendar como un caballero y cenar como un mendigo” si la idea es comer sano. Por eso, este año, el ministerio de Salud de la Provincia realizó en una sola semana, 3.400 talleres en escuelas y municipios, para promocionar el desayuno, sobre todo, entre los chicos.

Las actividades de “Armando Salud 2013”, que se realizaron en escuelas y municipios de la provincia entre el 16 y el 21 de septiembre por iniciativa de la dirección provincial de Atención Primaria, forman parte del Plan de Alimentación Saludable que lanzó el ministro de Salud, Alejandro Collia, el año pasado.

“La prevención y alimentación saludable son indispensables y por eso decidimos integrar políticas públicas de salud y apuntar a las escuelas, para revertir una tendencia que nos preocupa: el 16 por ciento de los chicos son obesos y casi un 30 por ciento presenta algún nivel de sobrepeso”, precisó Collia.

Para la nutricionista del ministerio de Salud, Laura Sansalone, no hay dudas: desayunar bien previene ingestas copiosas, mal elegidas y desorganizadas durante el resto del día. De este modo, asegura, “previene la obesidad y otras enfermedades a futuro, como la anemia, la diabetes o la hipertensión”.

El desayuno repone la energía perdida tras las horas de sueño, un promedio de ocho sin ingerir ni un bocado. Y al mismo tiempo prepara el cuerpo para la demanda que se viene. “Los chicos tienen mayores exigencias nutricionales porque están en crecimiento y además muchos se levantan y van a la escuela o a hacer alguna actividad física: el desayuno tiene que darles energía para responder a la demanda física e intelectual”.

LOS CINCO ELEMENTOS

Un buen desayuno, indicaron los especialistas del ministerio de Salud de la Provincia, debe contener cinco elementos indispensables: lácteos descremados como yogur o leche, las proteínas que da, por ejemplo, cualquier tipo de queso; fibra como el cereal o copos, o algún pan y una fruta, fuente de vitaminas y nutrientes saludables.

 “El ABC nutricional del buen padre o madre debería contemplar la alimentación como prioridad, y el desayuno es la primera comida del día, la más importante”, insistió Sansalone. Y, contra lo que podría suponerse, alentó el consumo de pan en lugar de galletitas porque, según dijo, éstas tienen mucha más sal y grasas industrializadas, mucho más insalubres para los chicos.

“Muchos chicos y adolescentes saltean el desayuno y esto es un problema porque se trata de la comida más importante del día, que aportará energía para aumentar la concentración, la memoria, la capacidad física y mental ya sea para jugar, hacer deportes o aprender”, agregó Sansalone.

El desayuno no se encuentra instalado a modo de hábito en buena parte de las familias argentinas. Por eso, los nutricionistas indicaron que es prioritario fomentarlo: “No hace falta una gran preparación, basta con que tenga, por ejemplo, leche, algo de pan, manteca, queso”. Claro que será más nutritivo si se le suma una fruta de estación o un jugo natural y una porción pequeña de algo dulce.

CONSEJOS SALUDABLES

1. Empezar el día con un buen desayuno. Incorporar al menos 3 veces al día lácteos: leche, yogurt, queso te aportan proteínas, vitaminas y calcio, y su consumo regular reduce el riesgo de osteoporosis.

2. Comer frutas y verduras diariamente. Sumar a las comidas 2 raciones de verduras y 3 frutas de distintos colores. Las vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra alimentaria ayudan a proteger contra enfermedades del corazón y de diversos tipos de cáncer. Contienen fibras que ayudan a la digestión y a bajar el colesterol en sangre. Favorece la prevención de la obesidad.

3. Elegir alimentos con menor contenido de grasas, azúcar y sal. Leer atentamente las etiquetas con la información nutricional de los alimentos y elegir los productos “reducidos” en sal (sodio), grasas saturadas, colesterol y azúcar.

4. Tomar más agua: al menos entre 6 y 8 vasos diarios ayuda a reponer los líquidos que el organismo elimina. También favorece la eliminación de toxinas, ayuda a la regulación de la temperatura del cuerpo, mantiene la boca fresca y cuida la piel.

5. Sumar al menos 30 minutos de actividad física. Caminar habitualmente ayuda a prevenir enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. Al aumentar el ritmo e intensidad del ejercicio físico se fortalece los músculos y al trabajar la fuerza se  mejora la postura, se evitan lesiones y se previene la osteoporosis.

6. Estirar los músculos todos los días. De esta manera disminuyen las molestias de columna, la tensión muscular, se gana flexibilidad y calidad de vida.



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