Fueron intensos días de charlas, exposiciones, talleres, demostraciones, conferencias y visitas, que estimularon el interés de los estudiantes por el mundo científico. Desde chiquitos de jardín hasta los jóvenes a punto de terminar el secundario, e incluso ya en nivel terciario, llegaron hasta la Facultad con la expectativa de recorrer los laberintos del conocimiento.

Para muchos, fue la primera oportunidad de entrar a un laboratorio, hacer experimentos, y entender más sobre los materiales, sustancias, dispositivos, reacciones, y procesos de la vida cotidiana. Otros, pudieron conocer directamente lo que ya sabían por sus profesores, por publicaciones, o por los medios de difusión. En todos los casos, hubo un gran entusiasmo por abrir cada puerta que invitaba a un nuevo descubrimiento.

Las actividades incluyeron nociones y trabajos sobre Física, Ciencias Naturales, Ingeniería, Tecnología de la Información y la Comunicación, Estructuras, Química, Biología, Telemedicina, Desarrollo Sustentable, Electrónica, Paleontología, Medio Ambiente, Tecnología, Ciencia de los Materiales, Enseñanza de las Ciencias, Robótica, Energías Renovables, entre otras disciplinas.

Durante la Semana, la Facultad de Ingeniería recibió a una gran cantidad de instituciones, entre las que se cuenta el Jardín Barquito de Papel, las escuelas 80, 17, 57; los colegios Fátima, San Antonio; el Instituto Privado de Sierras Bayas, Santa Teresa de Colonia Hinojo, y el de Formación Docente Nº 22; las escuelas Técnica 2 y secundaria Nº 10. También llegaron grupos del Centro Educativo Adultos 707 de Sierra Chica, y del Programa municipal Envión, que nuclea a jóvenes con dificultades educativas y laborales.

Además, más allá de las actividades que cada grupo eligió realizar, todos pudieron recorrer las instalaciones del Complejo Universitario, y específicamente las aulas, talleres, laboratorios, y centros de investigación de la Facultad. Allí pudieron dialogar con los responsables de cada área e interiorizarse de las múltiples actividades que se realizan diariamente.

Algunos conocieron cómo son las estrategias de formación de ingenieros, técnicos y licenciados; otros se impresionaron con las investigaciones, que abarcan temas que van desde la tecnología de los alimentos hasta la robótica submarina, pasando por innovaciones en materiales, energía, transporte, viviendas, entre otras; muchos entendieron el rol fundamental de la ingeniería en el desarrollo socioproductivo del país, y el impacto que tiene su dinámica en la industria, la economía, y los recursos humanos, así como la posibilidad de resolver problemas cotidianos. Y todos comprobaron que es posible generar conocimiento, hacer ciencia, innovar, transferir tecnología, y capacitar profesionales, desde una institución pública y que no cobra arancel para formar a los jóvenes.

Para los docentes, alumnos, investigadores, y becarios de Ingeniería que participaron de esta iniciativa científica también fue muy gratificante poder transmitir conocimientos y experiencias a los más jóvenes. Los que pasaron esta Semana por la Facultad seguramente se deslumbraron con las novedades, o se inundaron de intrigas, o renovaron sus vocaciones, o simplemente fue el disparador para ver el mundo de otra forma.  Como sea, si algo les cambió, por mínimo que sea, en su relación con la ciencia y la tecnología, ya es todo un logro.