Martes 3 de Junio de 2025

LOCALES

1 de junio de 2025

Ser bombero: una forma de vida y una pasión

Pablo Moreno lleva en sus venas sangre bomberil. Su padre y su hermano, primero, y su sobrino después, pertenecen a una estirpe de bomberos voluntarios. Hoy, con la edad de poder jubilarse, se ve lejos de ese momento y habla de la emoción de entrar al cuartel todos los días.

“Mi papá y mi hermano son bomberos. Actualmente mi papá es jubilado y mi hermano está en actividad también, mi hermano mayor que yo”, cuenta en diálogo con Radio Olavarría y afirma: “somos una familia bomberil”.

Desde muy chico, “viendo esta actividad que me resultó apasionante y no veía la edad de llegar a los 18 años para poder ser parte”,

“Mis primeros tres años me tocó iniciar la carrera en Bolívar y después, en el año 2000, pedí el pase para Olavarría y así comencé a ser bombero de Olavarría”, contó.

 

“Uno suena la sirena, sea bombero de cualquier ciudad y automáticamente es algo que no se puede contener, la adrenalina empieza a correr por nosotros y salimos rápidamente, dejamos todo lo que estamos haciendo para poder llegar lo antes posible al cuartel y poder salir a ayudar a la persona que lo esté necesitando”, comentó.

“En muchos cuarteles se puede entrar de cadete pero eso se ha dejado de hacer porque normalmente los chicos después se van a estudiar y por ahí es como que los perdemos. En muy pocos cuarteles quedaron escuelas de cadete, que entraban desde muy chiquitos, desde los 13 años y duraba hasta los 17 años y después se hacía la última etapa, que es hasta los 18, la escuela de aspirantes. Normalmente en la mayoría de los cuarteles de la provincia hoy se hace la escuela de aspirantes que pueden entrar con 17 años y a los 18, dura un año la capacitación, ya pueden ser bomberos”, explicó.

En la actualidad Pablo Moreno se desempeña en el Cuartel de Hinojo, donde le tocó entrar en pandemia. “Entre el 7 de mayo del 2020, así que ya cumplimos 5 años desde ese destacamento. Fue una etapa difícil, pandemia, yo entro más que nada para poder ayudar a los chicos que se protejan y se cuiden por lo que estaba viviendo el país, el mundo en realidad, más que nada para que los chicos se cuiden la salud y que no nos pasara nada”.

“En Hinojo lo que más tenemos son incendios forestales y también se combina accidentes sobre la ruta 226, para el lado de Azul, sobre el peaje. Nosotros cubrimos un sector ahí de la ruta que a veces sucede el accidente. Y también hay accidentes rurales, que son menos, pero se dan sobre las calles de tierra, así que bueno, estamos preparados, tenemos tres unidades actualmente”.

 

“Yo hoy ya me podría ir, porque uno pasó los 25 años de servicio pero dar ese paso nos cuesta muchísimo. Se puede seguir hasta los 60 años de edad prestando servicio, hasta ese es el máximo que uno puede prestar, los jefes pueden seguir un poco más”, explicó.

“Por ahora todavía me siento joven, me siento ágil, y mientras me sienta con esa fuerza y con esa energía, voy a seguir estando dentro del cuartel de bomberos, porque nos cuesta mucho podernos retirar”. Para él, ser bombero “una elección de vida y una pasión”.



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