Domingo 17 de Agosto de 2025

LOCALES

17 de agosto de 2025

“La música es un puente perfecto”

David Lebón tocó este sábado por la noche en el Teatro Municipal y brindó un concierto de casi una hora y media donde repasó parte de su carrera. Entre el blues y el rock, el músico demostró que sigue manteniendo un magnetismo especial con el público.

Si buscáramos una palabra para definir el concierto que este sábado por la noche brindó David Lebón en el Teatro Municipal, sin dudas que sería la misma que define la gira que lo trajo a Olavarría: “Conexión”. Un enlace mágico entre su guitarra, la banda y el público. Un vinculo que el músico ha sabido desarrollar con una sencillez que recorre toda su carrera y ésta serie de conciertos que el músico está dando por todo el país viene a ser un acto de justicia para aquellos que todavía no han tenido el gusto de verlo en vivo.

Cuando casi el reloj marcaba las 21.20, las luces se apagaron en el Teatro Municipal y Lebón salió al escenario de impecable saco y camisa blanca. Enseguida saludó y se colgó la guitarra. Un riff blusero, con reminiscencias claptianas, y pronto la sala se dejó llevar por la música. Desde aquel momento hasta el final, el hilo invisible lo unió a un público deseoso de disfrutar de su música.

Poco después de que sonara “Esperando nacer”, Lebón se detuvo algunos minutos para presentar a los músicos que lo acompañaban y visiblemente emocionado aseguró que “es la mejor banda que tuve desde que estoy tocando".  También reconoció el trabajo del equipo que está detrás y bajo el escenario. Desde el sonido, las luces, su manager y hasta el asistente que lo ayuda con las letras. Riendo, explicó que hay muchas que no se las acuerda por su edad. Pero a los casi 73 años está intacto, aunque al músico lo divierta mencionar que el tiempo ha pasado, diciendo que tiene 10 nietos o que “me han dado la llave, pero me dijeron que la use cuando quiera”, al hacer referencia en que en algún momento llegará la hora de pasar a otro plano. “Dios es el mejor tipo que conozco”, afirmó en otro momento del concierto y luego, con las luces apuntando al público, dijo: “Estoy enamorado del mundo”.

Luego, se sucedieron “Un mundo agradable”, “El tiempo es veloz”, “San Francisco y el lobo” y posteriormente hizo una pequeña pausa para hablar de “mi hermano Charly” y su gusto especial por dos de las canciones que el músico del bigote bicolor compuso. Cuando los primeros acordes de “Desarma y sangra” sonaron en el Teatro Municipal, la sala casi latía al mismo tiempo. El silencio fue total y todos se dejaron embargar por la emoción que la banda transmitía sobre el escenario. “Qué hermoso”, exclamó, casi al pasar, un David Lebón conmovido. Luego llegaron “Puedo sentirlo” y “Noche de perros”, con esos toques floydianos, y después, sonó “Encuentro con el diablo”.

Cuando la banda se retiró del escenario, una hora y media después de la primera canción, el público aplaudía de pie y los gritos se hicieron más intensos cuando Lebón volvió junto con sus músicos. “Esta sí la cantamos todos”, dijo, y comenzó a sonar “Seminare”. Entonces sí, la sala llegó al clímax y resonó fuerte la frase que el músico lanzó en los primeros minutos del show: “La música es un puente perfecto”.

Cuando las luces se encendieron y los primeros asistentes se retiraron de la sala, todos tenían la misma sensación. Habían presenciado un concierto histórico, algo de esa luz, de esa energía que emana David Lebón se quedó con aquellos que vibraron con su música y esa “conexión” se hizo más intensa y profunda.

RF



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