Jueves 18 de Abril de 2024

26 de septiembre de 2012

Cristina desafió al FMI y acusó al organismo de “amenazar” al país

Dijo que “el rol del presidente de la FIFA ha sido bastante más satisfactorio que el rol de los directores” del Fondo. Volvió a reclamar que Londres dialogue por Malvinas
Durante 37 minutos Cristina cuestionó al FMI, reclamó por Malvinas y aceptó dialogar con Irán.


Ella habló de “términos enfáticos”, pero fue más que eso. El discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) ayer fue de una extrema dureza para con la titular del FMI, Christine Lagarde, luego de la advertencia de la francesa por las estadísticas del Indec. “El rol del presidente de la FIFA ha sido bastante más satisfactorio que el rol de los directores del Fondo Monetario Internacional en cuanto a organizar lo que es su responsabilidad”, aseguró la mandataria en Nueva York.


Fueron 37 minutos en los que la Presidenta volvió a reclamar a Inglaterra que se preste al diálogo por la soberanía de las Malvinas; se mostró alineada con su par de Brasil, Dilma Rousseff, en los reclamos por mayores regulaciones financieras; defendió las medidas proteccionistas (a las que llamó “políticas de defensa”); y reveló que la Argentina escuchará lo que el gobierno de Irán tenga para decir sobre la causa AMIA (de lo que se informa aparte). Además de embestir contra el FMI, claro.


“Sigue reclamando políticas de ajuste”, señaló sobre el organismo, al que acusó de “amenazar” al país un día después de que Lagarde advirtiera que si el Gobierno no regulariza las mediciones del Indec, recibiría “tarjeta roja”. La Presidenta aprovechó el imponente escenario de la ONU para responderle: “Quiero decirle a la titular del Fondo Monetario Internacional que esto no es un partido de fútbol, que esta es la crisis económica y política más grave que se tenga memoria desde los años 30”, subrayó.


Además enfatizó que la Argentina “es una Nación soberana que toma soberanamente sus decisiones y que por lo tanto no va a ser sometida a ninguna presión”. Desdibujó así el buen clima que había pintado el día anterior el embajador en Estados Unidos, Jorge Argüello, quien habló de “un proceso de conversaciones positivo” con la entidad que conduce Lagarde.


“El FMI viene tratando de organizar la economía desde los años ‘80 y crisis tras crisis no logra hacerlo”, agregó Cristina, comparando abiertamente las capacidades de ese organismo con las de la FIFA.
En esa línea, la Presidenta defendió las “políticas que unos denuncian como proteccionistas y que sólo constituyen políticas de defensa de las sociedades, trabajadores y empresarios” frente a la crisis que, según aseguró, provocaron “las economías de los países desarrollados”. Para ese momento, titilaba desde hacía varios minutos la luz roja que, sobre el estrado, les avisa a los mandatarios que se está acabando el tiempo de su intervención.


“Tenemos que soportar que nos denuncien como proteccionistas aquellas economías que han vivido protegiendo”, se quejó y reclamó “liderazgos creativos” para superar la crisis internacional. “Cuando carecemos de liderazgos para superar una crisis no es un problema de la economía sino de la política”, advirtió antes de asegurar que la crisis “comienza a trasladarse a los países emergentes”.


Además, en sintonía con el discurso que la presidenta brasileña había pronunciado horas antes, le reclamó al G-20 “medidas que todavía no se han tomado” para regular los movimientos de capitales. “No seremos economistas pero no somos tontos”, enfatizó, antes de recordar los discursos de Néstor Kirchner ante la ONU. “No se equivocó”, resaltó sobre el ex mandatario y el proceso de reestructuración de deuda que encaró.
 



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