Sábado 20 de Abril de 2024

22 de febrero de 2018

A un año de estar en la Antártida


Marcela Tizzano, Meteoróloga de la Estación Meteorológica de Olavarría regresó en Enero de la Antártida, donde estuvo realizando tareas de meteorología durante doce meses
Este jueves 22 de Febrero es el día de la Antártida, y Lu 32 quiere homenajear a este lugar del mundo, dialogando sobre su hábitat y contexto, con Marcela, para que nos cuente su experiencia allí
La Argentina mantiene una presencia de manera ininterrumpida al sur del paralelo 60, frontera antártica, desde febrero de 1904, así que este jueves 22 se cumplen 114 años.

Dijo que la campaña es de un año habitualmente, y la de ella se prolongó casi un mes más.Regresó el 11 de Enero a Río Gallegos.

Estuvo en Base Esperanza, que está más adentro que la base Marambio. Todas las bases tienen dos observadores, excepto Marambio que tiene 4, aclaró

Se hacen observaciones tri-horarias. A nivel meteorológico dijo que la impactó los fenómenos sobre todo el viento con registros de 217km. El lugar dijo que es un paraíso blanco, inexplicable por su paso, la naturaleza, y sobre todo casi no intervenida por el hombre.

Llegar a la Antártida lleva casi un año de estudios, con varios cursos, entre otros.

Dijo que el año se pasa muy rápido. Comenzaban con el desayuno a las 6.30 en una base que es la única que tiene casas, incluso viven familias.

Luego iba a la oficina para realizar las observaciones. Al mediodía retiraba la comida al igual que a las 20 para comer ya sea en su casa o en la oficina.

La única actividad que hay fuera del trabajo es el gimnasio, sostuvo

La mínima que registró fue de -20 con sensación de -55 y la máxima registrada fue de 15º

Para resistir las temperaturas se utilizan equipos térmicos. Recordó que exponerse quema la piel por lo que se debe utilizar protector solar de factor 100.

En cuanto a la luz solar, dijo que suele alterarse el sueño porque en esta época hay sol durante todo el día, y  en invierno solo hay sol de 9.40 a 14.30hs

Por ejemplo en verano no se ven las estrellas, advirtió,  puesto que es siempre de día.

Agregó en su relato que la comunicación es muy buena, que  hay siempre conexión, más que nada porque tanto los barcos como los aviones, reciben desde las bases, informaciones permanentes.

 

 

 



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