Sábado 20 de Abril de 2024

LA REGIóN

2 de abril de 2017

Alvear: en emotivo acto se recordó a los Veteranos y Caídos en la guerra de Malvinas

El acto por el 35° aniversario en conmemoración a los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas se realizó en la mañana del domingo 2 de Abril. La ceremonia, presidida por el Intendente Municipal Luis Alejandro Cellillo, tuvo lugar en el predio donde está ubicado el monumento “Islas Malvinas” en el acceso Noguera.

Acompañaron la ceremonia las banderas de ceremonias de establecimientos educativos y de fuerzas de seguridad. Luego se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y  la Marcha de Malvinas interpretadas por la Banda de la Dirección de Cultura.

A continuación se realizó un minuto de silencio en memoria de los caídos. Acto seguido el Intendente Cellillo, acompañado por los ex combatientes, depositó una ofrenda floral al pie del monumento. Hizo lo propio en representación del Centro de Civiles y Veteranos de Guerra el vecino Vicente Pugliese. Por último depositaron una ofrenda floral los ex combatientes José Luis Cabrera, Martin Ortiz y Roberto Moreno. La invocación religiosa en memoria de los caídos en suelo malvinense estuvo a cargo del Diácono Carlos Pina.

En la parte final del acto, la profesora Silvia Cappelletti  se refirió a la fecha. Los momentos más emotivos de la ceremonia, que finalizó con una tenue lluvia, fueron cuando el Jefe Comunal, embargado por una profunda emoción, le hizo entrega a cada ex combatiente una placa recordatoria. Luego José Luis Cabrera recibió la devolución de una bandera Argentina que estuvo en suelo malvinense portada por Martin Durán que Cabrera le había cedido para que la insignia patria pise suelo malvinense. Acto seguido, Durán le obsequió arena de Malvinas que pudo recolectar de sus borcegos en ese viaje que realizó tiempo atrás.

Minutos después la comitiva se trasladó hasta el recinto del Honorable Concejo Deliberante donde fue impuesto el nombre de “Héroes de Malvinas” a la sala de sesiones.

 

Palabras de Silvia Cappelletti

“Nuestros hijos en la escuela aprenden lo que pasó en Abril de 1982 con libros y documentales, como aprenden los hechos de Mayo de 1810, o los de Julio de 1816, en cambio, nuestra generación los aprendió de otra forma.

Pasándose de mano en mano diarios y revistas para saber todo, prendidos al televisor y la radio a la espera de una buena noticia, juntando víveres  y tejiendo bufandas para mandar a “ Los chicos de la guerra” , escribiendo cartas  para dar fuerzas a “Un soldado desconocido” , esperando con angustia la carta que nos confirmara que aquellos amigos que habían partido, seguían vivos; mientras, y con sentimientos encontrados , también queríamos saber cómo se desarrollaba el mundial de fútbol en España.

Una parte de nuestra generación, a la que hoy venimos a recordar, aprendió lo que pasó, con el fusil en la mano, el barro hasta las rodillas, el miedo subiéndole por el cuerpo y la muerte paseando frente a su pozo de zorro.

Nosotros nunca pudimos cruzar palabras con un soldado de Ayohúma, no tuvimos un conocido en Vilcapugio, no estuvimos en Buenos Aires esperando las gacetillas que traían novedades de la guerra en el Alto Perú. En unos años, nuestros nietos tampoco tendrán la posibilidad de conocer a un veterano de Malvinas.

Todo eso que nosotros vivimos, sufrimos, y lloramos, serán hechos fríos en un libro de historia, Galtieri les resultará un mero nombre, tan lejano y carente de brillo como el del Virrey Sobremonte.

Las generaciones futuras no podrán recordar Malvinas como la recodamos nosotros y eso nos pone en una gran obligación: la de mostrarles que seguimos peleando por Malvinas.

Por eso hoy, domingo 2 de abril a la mañana, en lugar de estar en casa preparando un asado, estamos acá, recordando el dolor y transformándolo en una fuerza sanadora.

Pensando en las islas, soñándolas, recordando lo que paso para idearnos nuevas formas de volver.

Como decía San Martín, “Una derrota peleada vale más que una victoria casual” y no se equivocaba, la derrota en Malvinas nos hizo más fuertes, más pacientes, más perseverantes, más inteligentes.

Año a año seguimos ratificando nuestro derecho de soberanía, acudiendo a cada instancia internacional. Año a año renovamos nuestro reclamo con obstinada insistencia por una de las pocas causas que una a todos los argentinos sin distinción.

Seguimos reuniéndonos cada 2 de abril a recodar, a alimentar la llama para cumplir con la obligación de transmitirles a nuestros hijos, y a los hijos de sus hijos, el mismo deseo ardiente de recuperar aquel rincón del suelo patrio en el atlántico sur”.



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