El monto total distribuido este año entre los municipios a través de esta modalidad ascendió a 23 millones de pesos. El objetivo es que se destinen a reparaciones edilicias y equipamiento médico para mejorar la atención de la salud de la población.

Los municipios que recibieron hoy el aporte de fondos del SAMO son Arrecifes, Olavarría, General Villegas, Florentino Ameghino, Patagones, Lobería, Tornquist, General Arenales, Lincoln, Gonzales Chaves, Belgrano, Brandsen y Lezama.

Del acto, que se realizó en la Casa de la Provincia de Buenos Aires, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tomaron parte además, la subsecretaria de Atención de  la Salud de las Personas, Evelina Chapman, el jefe de gabinete de Salud, Andrés Scarsi y el director provincial de Redes y Regiones, Raúl Pitarque.

Por los municipios participaron Sergio Bordoni, intendente de Tornquist; Juan Fioramonti de Lobería, Erica Revilla de General Arenales, Javier Olaeta de Arrecifes, Eduardo Campana de General Villegas, Calixto Tellechea de Florentino Ameghino, Arnaldo Harispe de Lezama, José Luis Zara de Patagones, Eduardo Santillán de Gonzales Chaves, Osvaldo Di Napoli de Belgrano, Salvador Serenal de Lincoln, Daniel Cappelleti de Brandsen y Carlos Maroni, secretario de Salud de Olavarría.

Durante el encuentro, la titular de la cartera de Salud, Zulma Ortiz, destacó el trabajo realizado para incrementar el recupero de fondos que pueden ser volcados a la atención sanitaria y convocó a todos los municipios a “trabajar juntos para mejorar la calidad de la cobertura de salud de todos los bonaerenses”.

Por su parte, De la Torre resaltó los beneficios del SAMO que, dijo, “permite mostrar gestión y recuperar recursos”.

De acuerdo a los datos del ministerio de Salud provincial, este año se recuperaron a través del SAMO, 75 millones de pesos, casi un 30 por ciento más que el año pasado. De ese total 52 millones se destinan a los hospitales públicos provinciales y 23 millones a los sistemas de salud dependientes de los municipios.

ACERCA DEL SAMO

El SAMO se creó por decreto-ley hace casi 40 años y constituye un instrumento para que los hospitales públicos bonaerenses puedan cobrar a las obras sociales la atención de los pacientes afiliados, es decir, aquellos que se atienden en el sector público pero que tienen cobertura de la seguridad social. Para ello, fija mecanismos administrativos a fin de que los pacientes sean identificados por el personal de admisión y los hospitales cuenten con la documentación necesaria para poder facturarle a las obras sociales los servicios brindados. También determina la forma en que el dinero de ese recupero se debe distribuir.