Jurar la bandera, máximo símbolo nacional, significa adherir a los valores más elevados que puede y debe enaltecer un ciudadano, más aun cuando se trata de un agente del estado. Por ello estuvieron acompañados por autoridades, familiares y amigos que acompañaron este compromiso con la institución, con la sociedad y con la patria.
Presidió la ceremonia el director general del Instituto de Formación y Capacitación, Inspector General Víctor Villar, quien estuvo acompañado por el jefe de Complejo Penitenciario Centro Zona Sur, Inspector Mayor Fernando Pain, el asesor del área de seguridad del Municipio del Partido Olavarría, Comisario Daniel Borra, la secretaria del HCD Dra. Telma Cazot, el jefe de la Guarnicion Ejército Olavarria, Teniente Coronel Martín Tonneller, el director de la Unidades Nº 2, Prefecto Mayor Walter Burgos junto al subdirector de seguridad, Prefecto Mayor Eduardo Maigua, la directora de la U52, Prefecto Mayor Norma Puccia, el subdirector de la U 27, Prefecto Mauricio Castro, el subdirector de U38, Prefecto Mario Clementi, la coordinadora de la casa de estudios, Prefecto Mayor Lorena Lombardi, el titular del destacamento de bomberos voluntarios de Hinojo, Ayudante Principal Marcelo Vuksinic, el titular de la subcomisaria de  Hinojo, Oficial Principal Emiliano Sparaino y las hermanas Siervas Misioneras del Espiritu Santo del Colegio Santa Teresa.
Luego del ingreso de la bandera de ceremonias se entonó el Himno nacional y el parroco de la comunidad de  Hinojo, presbitero Pablo Lodeiro, dio una oración de acción de gracias especial para la fecha.
La autoridad máxima, Víctor Villar, se dirigió a los cadetes resaltando la bandera como símbolo que representa emoción y sentimiento, “por eso es importante reflejar en todos los actos el compromiso que hoy asumen, en cada aspecto de la vida, para que este acto que hoy llevarán adelante tenga un sentido verdadero”.
“Sepan que cuentan con todo mi respaldo y con el de todo el equipo institucional, como así también que no ahorraremos esfuerzos para brindarles una formación de elevada calidad, en lo humano y en lo académico. Por último les recomiendo que tomen esta etapa con el entusiasmo y la responsabilidad que merece, disfruten esta paso por el establecimiento que tanto apreciamos los penitenciarios y fórmense para darle al Servicio la calidad que las autoridades nos indican y que la sociedad nos reclama. Porque las instituciones pueden cambiar, pero eso siempre depende de los individuos que la componen”, finalizó Villar.
Luego, con profunda emoción y respeto, el Director General del Instituto de Formación y Capacitación Penitenciaria tomó juramento a los cadetes que con un firme “Si juro” colmaron de ecos la imponente sala del Colegio Santa Teresa.