La falta de documentación, circular sin casco, y sin cinturón de seguridad, continúan siendo las infracciones más frecuentes en los controles de tránsito de rutina que realiza personal de la Dirección de Control Urbano.

Durante el transcurso de la semana pasada se realizaron un total de 207 infracciones, y se retuvieron 38 vehículos (25 motos y 13 automóviles y camionetas), y 2 licencias de conducir.

Las infracciones más frecuentes se detectaron en el siguiente orden: circular sin verificación técnica vehicular (36), otras infracciones (35), conducir sin seguro obligatorio (31), circular sin casco (20), circular sin cédula verde identificatoria (19),  circular sin cinturón de seguridad (16), circular sin placas de identificación de dominio (13), y estacionar en lugares prohibidos (13).

En el marco de los operativos de tránsito, se desarrollaron 18 controles de alcoholemia, de los cuales 3 resultados positivos. El primero de ellos, registrado el día sábado, a las 01:40, el conductor de un Ford Focus con 0,84 g/l; y los restantes el domingo a la madrugada, a las 06:35, el conductor de un Fiat Uno con 1,52 g/l, y luego a las 07:00, el conductor de un Fiat Uno con 0,78 g/l.

A modo general, desde la Dirección de Control Urbano, se recordaron los límites permitidos para conducir, según la legislación vigente:

·         Vehículo particular: 0,5 g/l (gramos de alcohol por litro de sangre)

·         Motocicletas: 0,2 g/l (acompañante 0,5 g/l)

·         Transportes públicos y de carga: 0 g/l

Dentro de la última categoría se incluyen los conductores de transportes de pasajeros (colectivos, taxis, remises, transportes escolares) y conductores de transporte de cargas.

Los objetivos específicos de los controles de alcoholemia y otras sustancias tóxicas:

Medir el nivel de concentración de alcohol en sangre y detectar alteraciones en la conducta por ingesta de sustancias tóxicas.

Generar una concientización acerca de los riesgos de conducir bajo los efectos de sustancias que alteran el comportamiento, disminuyendo la capacidad de conducción de manera idónea.

En todos los casos, el consumo excesivo provoca consecuencias, sobre las funciones psicomotoras, sobre la visión del conductor, y sobre el comportamiento y la conducta.