"Consecuentes con el compromiso oficial de retornar a las políticas que destruyeron la industria nacional, han puesto en marcha un ajuste sin precedentes cuyo objetivo final es reducir a su mínima expresión la participación de la masa salarial en el Producto Bruto Interno, consecuencia inevitable de la redistribución que ha trasladado a los sectores concentrados de la economía miles de millones, inclinando la balanza totalmente para el lado de los poderosos y de las empresas que los representan, hoy ocupando la totalidad de los ministerios nacionales".

"Como si fuera poco, han ido al extremo de anunciar la libre importación de libros como una medida que promueve “la libre expresión y circulación de ideas en el país”, “la pluralidad de voces” y otros eufemismos que son retórica hueca en boca de quienes pretenden destruir la democrática Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual por decreto, lo que no sólo ataca la institucionalidad sino que también pone en riesgos puestos de trabajo". 

"Con falaces argumentos como que el levantamiento “dará recursos y modernizará la industria local” o evitará el “encarecimiento innecesario de los libros impresos en otros países”, lo único que se producirá es daño a la industria gráfica, que se había recuperado en forma importante en estos últimos diez años. Por cada libro que ingrese, se perderán miles de puestos de trabajo argentinos".

"El Sindicato Gráfico del Centro Bonaerense, junto a la Federación Argentina de Trabajadores de la Imprenta, Diarios y Afines promoverá acciones organizadas para luchar contra la implementación de estas medidas y del ajuste que se ha puesto en marcha en contra de los intereses del movimiento obrero".