Pese a eso, en las últimas horas se tomaron muestras a la madre de Martín, al padre y a la hermana, que serán remitidas al Instituto de Junín, donde se halla una muestra perteneciente al joven, para hacer un cotejo de ADN y tener la confirmación científica, que vendrá a reforzar lo actuado por los familiares en el reconocimiento del cuerpo.

Además se ordenó una pericia denominada necropapiloscopía, que tratará de reconstruir las huellas digitales del cuerpo para también tener otro tipo de confirmación de la identidad.

Por otro lado, se encargó una pericia en torno a tratar de determinar más fehacientemente la data de muerte del cuerpo que está fechada, por ahora, el mismo día de denunciada la fuga del Galván, el 9 de junio o, a más tardar, el 10 de junio, o sea, unos 40 días antes de hallado el cuerpo.

Por otro lado, respecto a la investigación, se supo que por ahora, no se ha dado con alguna pista que permita pensar que hubo una tercera persona en el lugar del hecho.

En el lugar los peritajes han levantado huellas de una sola persona, que coincidirían con las de Galván.

Ya, además, se ha terminado con la ronda de testimonios. Los últimos fueron los que permitieron, mediante la disposición de los rastrillajes, el hallazgo de los restos.

Resta determinar, en caso que sea posible, si la caída se produjo por accidente o por propia voluntad.

Trabaja en el caso la titular de la UFI número 4, la doctora Paula Serrano.