. “Esta actividad consiste en la presentación de destacados ejemplares que compiten en un campeonato donde un jurado de la raza evalúa y selecciona los mejores caballos de la raza según su morfología, es decir, su presentación, estructura y andares, en base al estándar o modelo racial criollo”, explicó Tomás Laxague, Director Ejecutivo de la Asociación Criadores de Caballos Criollos. Se desempeñará como jurado el Sr. Santiago Miguens.

“Este año se espera superar el nivel de participación del 2014, que rondó los 30 animales compitiendo en las pistas de la Sociedad Rural de Olavarría”, dijo Laxague. Las actividades de la Raza Criolla se realizarán los días jueves 28 y viernes 29 de mayo.

El Criollo, el caballo de todos

La Raza Criolla, de origen argentino, se caracteriza por su amplia respuesta a distintas exigencias, sobre la base de su rusticidad ancestral y su enorme variabilidad genética. Es el caballo ideal para toda la familia, une a grandes y chicos en el simple placer de andar a caballo, por su característica mansedumbre y sus suaves aires de marcha. Las competencias que lo caracterizan son su mansedumbre y docilidad, su rusticidad y resistencia, potencia y coraje y su entrega total.

Es la única raza que abarca todo el territorio nacional a lo largo y a lo ancho. “Sentimos el orgullo de ser una Raza Nacional, la única nacida en estas tierras y seleccionada por nosotros, la única que en cualquiera de los caminos de nuestra patria la vemos diariamente cimentando la riqueza ganadera. Es la única que en la estepa patagónica, en la selva chaqueña, en el norte árido y seco o en los Esteros del Iberá, es capaz de superar el medioambiente. Es la misma que devora distancias en la Pradera Pampeana y es la misma que relincha orgullosa en toda América”, contó Tomás Laxague, Director Ejecutivo de la Asociación, y agregó: “El Criollo es la gran Raza Nacional Argentina, lograda por rigurosa e ininterrumpida selección desde 1918 sobre la enorme caballada, descendiente del noble caballo español que, al amparo de ese paraíso ecológico que es nuestra pradera pampeana, cubrió todo el país, no sólo con los mansos o domesticados, sino con las inmensas bagualadas salvajes que crecieron en libertad”.