Hay que subrayar que NO es contagiosa, y la persona afectada puede llevar una vida completamente normal y plena.

Por su visibilidad, la persona que presenta lesiones provocadas por la Psoriasis llama la atención y despierta curiosidad en su entorno, y esto puede provocar que el paciente se aísle. Pero muchas veces el primero que se discrimina es el propio afectado. Por ello es muy importante informarse, y no esconder la enfermedad, más bien exponerla y hablar sobre ella.

Es primordial no subestimar las emociones encontradas que genera la afección: shock, confusión, exasperación y bronca ante lo que le esta pasando a tu piel; aceptar y convivir con esos sentimientos. Y, fundamentalmente, hay que aprender a quererse, con o sin brotes de la enfermedad. El primer paso para que los demás te acepten es aceptarte vos mismo. Cuando esto se dificulta, es bueno recurrir a terapia o grupos de apoyo.

La Psoriasis es una enfermedad inflamatoria, crónica y autoinmune, es decir que es provocada por el propio sistema de defensas del organismo, que ataca las células sanas del cuerpo por error.

En el caso de la Psoriasis, esta afección se produce cuando el sistema inmunológico envía señales erróneas que aceleran el ciclo de crecimiento de las células de la piel.

El proceso normal de recambio de las células de la capa superficial de la piel es de 28 días, en tanto que en los pacientes con Psoriasis, este proceso lleva entre 3 y 4 días.

Como consecuencia de ello se producen en la piel lesiones rojas, cubiertas por escamas blancas, secas, que se localizan en codos, rodillas, tronco y cuero cabelludo. Puede, en ocasiones, comprometer las palmas de las manos y las plantas de los pies, las uñas, la semimucosa labial y la mucosa genital; y, entre un 10 y 30% de las casos, puede devenir en artritis psoriásica.

Los factores infecciosos (bacterianos, virales y hongos), determinados medicamentos, el consumo de alcohol y tabaco, el estrés, los climas fríos, el rascado o fricción frecuente, cambios hormonales, pueden ser los disparadores de la enfermedad y/o empeorar el estado del enfermo.

La Psoriasis puede aparecer en hombres o mujeres indistintamente y presentarse a cualquier edad, tanto en lactantes, niños y adultos. No es hereditaria, pero hay una predisposición genética para padecerla, y un tercio de los afectados tiene familiares directos con Psoriasis.

Actualmente no existe tratamiento que permita la cura definitiva de la afección. Sin embargo, existen tratamientos que pueden mejorar o incluso disminuir las lesiones, haciéndolas desaparecer de manera temporal. Mediante el tratamiento, se logra mejorar sustancialmente la calidad de vida de los afectados. De acuerdo a la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO), el 70% de los casos son leves y no provocan grandes problemas.

Al respecto, la Dra Yésica Waimann, dermatóloga olavarriense, explicó que “la Psoriasis es una enfermedad tratable, por lo cual es muy importante la consulta precoz con el especialista. Una consulta a tiempo y el tratamiento correcto, mejoran la calidad de vida de los pacientes”.