Viernes 29 de Marzo de 2024

LOCALES

25 de abril de 2015

Trabajos de desratización en el arroyo Tapalqué

El Gobierno Municipal, a través de la Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología, dependiente de la Secretaría de Prevención y Atención Sanitaria, informa que se realizan trabajos de control de roedores en el arroyo Tapalqué.
El área a tratar es a nivel de barrancas, en ambos márgenes, y se divide en dos tramos, desde el puente de Av. Del Valle al puente Av. Colón, y desde el puente de Av. Del Valle al puente de Av. Avellaneda.

Según explicó el Director de Inspección Sanitaria y Bromatología, Federico Larroudé, la metodología utilizada es a través de cebaderos comerciales o de construcción casera. “De utilizarse esta última opción deberán estar realizados de caño estructural de 4 pulgadas de 150 mm ancho x 60mm alto x 50 cm de largo o caño PVC reforzado de 2.5 a 4 pulgadas (máximo). Deberán tener un soporte interno para contener el cebo y colocado el mismo equidistante de los extremos para que no pueda acceder otro animal que no sea el roedor. Asimismo estarán fijados al terreno mediante jabalina o tirafondo, para evitar el posible traslado de los cebos hacia otros sitios por parte de personas o animales”, indicó.

Los cebaderos son de color oscuro para disminuir su visibilidad  y estarán identificados con etiquetas resistentes a la intemperie, que deberá contener los siguientes datos: peligro, veneno o toxico, en letras rojas, producto utilizado, y empresa responsable, con nombre del titular.

En cuanto a los productos utilizados, se trata de preparados comerciales en base a anticoagulantes orales de Tercera Generación, con toxicidad diferencial (alta en roedores y baja en otros mamíferos y hombre), aprobados por la Secretaría de Salud Pública de la Nación”, señaló el titular del Área.

Larroudé aclaró que “para una mayor eficacia en el proceso de desratización y control, una misma empresa no podrá realizar las tareas en más de un tramo del arroyo”.Según explicó el Director de Inspección Sanitaria y Bromatología, Federico Larroudé, la metodología utilizada es a través de cebaderos comerciales o de construcción casera. “De utilizarse esta última opción deberán estar realizados de caño estructural de 4 pulgadas de 150 mm ancho x 60mm alto x 50 cm de largo o caño PVC reforzado de 2.5 a 4 pulgadas (máximo). Deberán tener un soporte interno para contener el cebo y colocado el mismo equidistante de los extremos para que no pueda acceder otro animal que no sea el roedor. Asimismo estarán fijados al terreno mediante jabalina o tirafondo, para evitar el posible traslado de los cebos hacia otros sitios por parte de personas o animales”, indicó.

Los cebaderos son de color oscuro para disminuir su visibilidad  y estarán identificados con etiquetas resistentes a la intemperie, que deberá contener los siguientes datos: peligro, veneno o toxico, en letras rojas, producto utilizado, y empresa responsable, con nombre del titular.

En cuanto a los productos utilizados, se trata de preparados comerciales en base a anticoagulantes orales de Tercera Generación, con toxicidad diferencial (alta en roedores y baja en otros mamíferos y hombre), aprobados por la Secretaría de Salud Pública de la Nación”, señaló el titular del Área.

Larroudé aclaró que “para una mayor eficacia en el proceso de desratización y control, una misma empresa no podrá realizar las tareas en más de un tramo del arroyo”.Según explicó el Director de Inspección Sanitaria y Bromatología, Federico Larroudé, la metodología utilizada es a través de cebaderos comerciales o de construcción casera. “De utilizarse esta última opción deberán estar realizados de caño estructural de 4 pulgadas de 150 mm ancho x 60mm alto x 50 cm de largo o caño PVC reforzado de 2.5 a 4 pulgadas (máximo). Deberán tener un soporte interno para contener el cebo y colocado el mismo equidistante de los extremos para que no pueda acceder otro animal que no sea el roedor. Asimismo estarán fijados al terreno mediante jabalina o tirafondo, para evitar el posible traslado de los cebos hacia otros sitios por parte de personas o animales”, indicó.

Los cebaderos son de color oscuro para disminuir su visibilidad  y estarán identificados con etiquetas resistentes a la intemperie, que deberá contener los siguientes datos: peligro, veneno o toxico, en letras rojas, producto utilizado, y empresa responsable, con nombre del titular.

En cuanto a los productos utilizados, se trata de preparados comerciales en base a anticoagulantes orales de Tercera Generación, con toxicidad diferencial (alta en roedores y baja en otros mamíferos y hombre), aprobados por la Secretaría de Salud Pública de la Nación”, señaló el titular del Área.

Larroudé aclaró que “para una mayor eficacia en el proceso de desratización y control, una misma empresa no podrá realizar las tareas en más de un tramo del arroyo”.Según explicó el Director de Inspección Sanitaria y Bromatología, Federico Larroudé, la metodología utilizada es a través de cebaderos comerciales o de construcción casera. “De utilizarse esta última opción deberán estar realizados de caño estructural de 4 pulgadas de 150 mm ancho x 60mm alto x 50 cm de largo o caño PVC reforzado de 2.5 a 4 pulgadas (máximo). Deberán tener un soporte interno para contener el cebo y colocado el mismo equidistante de los extremos para que no pueda acceder otro animal que no sea el roedor. Asimismo estarán fijados al terreno mediante jabalina o tirafondo, para evitar el posible traslado de los cebos hacia otros sitios por parte de personas o animales”, indicó.

Los cebaderos son de color oscuro para disminuir su visibilidad  y estarán identificados con etiquetas resistentes a la intemperie, que deberá contener los siguientes datos: peligro, veneno o toxico, en letras rojas, producto utilizado, y empresa responsable, con nombre del titular.

En cuanto a los productos utilizados, se trata de preparados comerciales en base a anticoagulantes orales de Tercera Generación, con toxicidad diferencial (alta en roedores y baja en otros mamíferos y hombre), aprobados por la Secretaría de Salud Pública de la Nación”, señaló el titular del Área.

Larroudé aclaró que “para una mayor eficacia en el proceso de desratización y control, una misma empresa no podrá realizar las tareas en más de un tramo del arroyo”.Según explicó el Director de Inspección Sanitaria y Bromatología, Federico Larroudé, la metodología utilizada es a través de cebaderos comerciales o de construcción casera. “De utilizarse esta última opción deberán estar realizados de caño estructural de 4 pulgadas de 150 mm ancho x 60mm alto x 50 cm de largo o caño PVC reforzado de 2.5 a 4 pulgadas (máximo). Deberán tener un soporte interno para contener el cebo y colocado el mismo equidistante de los extremos para que no pueda acceder otro animal que no sea el roedor. Asimismo estarán fijados al terreno mediante jabalina o tirafondo, para evitar el posible traslado de los cebos hacia otros sitios por parte de personas o animales”, indicó.

Los cebaderos son de color oscuro para disminuir su visibilidad  y estarán identificados con etiquetas resistentes a la intemperie, que deberá contener los siguientes datos: peligro, veneno o toxico, en letras rojas, producto utilizado, y empresa responsable, con nombre del titular.

En cuanto a los productos utilizados, se trata de preparados comerciales en base a anticoagulantes orales de Tercera Generación, con toxicidad diferencial (alta en roedores y baja en otros mamíferos y hombre), aprobados por la Secretaría de Salud Pública de la Nación”, señaló el titular del Área.

Larroudé aclaró que “para una mayor eficacia en el proceso de desratización y control, una misma empresa no podrá realizar las tareas en más de un tramo del arroyo”.



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