La diferencia se dio  en Viedma. Mas que nunca se lamenta aquel gol de Carlucci en el final,  anulado por un línea permisivo que,  según dicen, reconoció mas tarde que era legítima esa  conquista.

Habrá superado la línea de fondo la pelota que usufructuó Coimbra en el primer gol allá en el Valle Inferior.

Ya está. Sin sobrarle demasiado Sol de Mayo eliminó a Ferro. Nada se le puede achacar a este equipo carbonero que dejó todo en la cancha, que estuvo  muy cerca aún de la hazaña, mas allá de los imponderables del fútbol.

Claro que también hay que puntualizar que en el cotejo de ida Ferro desperdició por los menos tres claras situaciones y en la noche del Colasurdo dispuso de varias chances que no pudieron cristalizarse o faltó quizás esa pizca de suerte o esa falta de puntería par meterla, que en el balance después se paga.

Longhini en el primer tiempo, el mismo Juanjo en el segundo desde el piso, una de Galván, otra de Irusta, y es cierto también que Astutti, el arquero de la visita le sacó al “Bichito” un remate que tenía destino de red.

Tuvo que desviarse en un defensor para que el remate de Joel Zalazar se transformara en gol y alimentara las ilusiones de, por lo menos, ir a la definición por penales.

Pero como no pocas veces pasa, un equipo volcado masivamente al ataque y el que se defiende, el que se olvida del arco de enfrente, encuentra una réplica, una defensa jugada y convierte.

Eso ocurrió en el final, para desatar el festejo de los patagónicos, que se lo merecen, frase que hubiéramos utilizado, seguramente  si fuese al revés.

Las expulsiones en el complemento de Rodas y Joaquín Zalazar ( había entrado recién por Leiva) favorecieron a Ferro que en el segundo tiempo casi literalmente borró de la cancha a su rival.

Hay que convenir que el período inicial había sido parejo, Ferro pudo merecer algo mas ya que, hay que recalcarlo, siempre tomó la iniciativa.

Esta vez los cambios no fueron tan determinantes como en Viedma, pero quedará en lo que pudo ser, si el “Chaveta” no se va expulsado.

No fue un partido de alto vuelo. No hubo figuras determinantes, aunque el despliegue de Joel durante toda la noche, lo que transmite Rosales,( le anularon un gol)  la seguridad de Biscardi, los muestran un escalón mas arriba del resto.

A Sol de Mayo no le sobra nada. Le va a costar mucho la continuidad en el torneo.

Por lejos su arquero es lo mejor que ostenta, Rodas, Sepúlveda, Olivera son los estandartes de un equipo que nos da la impresión no está preparado para ascender.

Ferro cumplió con creces. Es mas creo que lo que mejor que le pudo pasar es quedarse en el Federal B.

El tiempo pasa volando y cuando queremos acordarnos ya estará encima el nuevo desafío.

Basta desear  ahora que este grupo pueda mantenerse, tanto el dirigencial, como el deportivo.

Es de esperar que no se incurra en el mismo error de tiempos pasados, de disgregar, de prescindir de servicios que han demostrado son eficientes ( acaso el de Torrisi)  y que la competencia local sirva ( por lo menos para algo) de medida para encarar las exigencias que deparará el compromiso que será el nuevo dibujo que implemente el Consejo Federal de AFA.

ÁRBITRO: Marcos Altamiranda (Tandil) ( Regular)

FERRO: Ramiro Biscardi; Nicolás Di Bello, Nicolás Rosales, Franco Irusta, Franco Carlucci; Catarazuollo) Edgardo Maldonado,( Hugo Janson) Maximiliano Gargaglione, Joel Zalazar, Cristian Galván; Maximiliano Leiva ( Joaqu{in Zalazar) y Juan Longhini. 

SOL DE MAYO: Nahuel Astutti; Alberto Lobato, Maximiliano Blanco, Mauricio Coimbra, Matías Muñoz; Franco Muñoz, Manuel Rodas, Matías Olivera;

(Arturo  Fernandez)  Iván Luquet; Fernando Valdebenito,( Gastón  García)  Bruno Sepúlveda. DT: Adan Valdebenito 

Goles: 2° tiempo 22m. 30 s. Joel Zalazar ( F)

47. Iván Luquet ( SM)

Expulsados Manuel Rodas y Joaquín Zalazar.

Texto: Carlos Zangara - Foto: Cortesía "Ola fútbol "