La iniciativa ya tiene media sanción en Senadores y, de promulgarse, entregará la soberanía nacional sobre el petróleo por los próximos 60 a 100 años.

Al respecto, el Secretario General de CTA Nacional, Pablo Micheli, cuestionó el proyecto porque consideró que “es para concederle al capital extranjero prácticamente todos los beneficios” y agregó que “de aprobarse la norma se van a otorgar concesiones por 30 o 40 años y va a haber varias prorrogas de 10 años más, haciendo una entrega total del patrimonio de los argentinos”.

Además, Micheli dijo que “YPF pasaría a ser un socio menor de las grandes petroleras mundiales, como es el caso de Chevron”, y concluyó diciendo que “esta ley está lejos de resolver el tema de la soberanía de los hidrocarburos para los argentinos y de recuperar ciento por ciento la empresa nacional YPF”.

Al mismo tiempo, José Rigane, Secretario Gral. de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina y adjunto de la CTA Autónoma, aseveró que “el espíritu general de la ley es una vergüenza porque es la “entrega” del patrimonio y la soberanía de los argentinos” y amplió su repudio agregando que “se está aprobando a espaldas del pueblo porque es la única forma que tienen de aprobar la entrega de los recursos de los argentinos”.

En el mismo sentido, el secretario General de la CTA La Pampa, Julio Acosta, también embistió contra el proyecto y aseguró que “es una cesión total a los intereses de las multinacionales porque se garantiza la libre disponibilidad de lo que se gane y le pone límites a las regalías, garantizando el negocio a las multinacionales, ya que ninguna provincia puede cobrar más del 12% y, además, le ponen límite a los impuestos, con el 3% de alícuota”.

Finalmente, Julio Gambina, Director Académico del Centro de Estudios de la Federación Judicial Argentina y Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas también llamó a alzar la voz en contra del proyecto porque explicó que “las fuentes de ingresos de divisas están angostadas y las reservas mantienen una tendencia a la baja, por lo que el gasto energético se constituye en un límite serio para cualquier política económica y especialmente si se pretende ampliar la producción”.

Además, analizó que “también se discute la tecnología de la fractura hidráulica, que implica el uso de cuantiosas cantidades de agua y arena y la utilización de un importante cóctel de tóxicos con impacto sobre la naturaleza, lo que acarrea que numerosos movimientos álcenla voz en crítica a la explotación de los hidrocarburos no convencionales, dado que ya más de 30 consejos municipales han manifestado su rechazo a la explotación vía fracking en sus territorios, lo que puede llevar a imaginar que los próximos días pueden exacerbarse los ánimos”.

Tras esos argumentos, Gambina llamó a comprometerse con la lucha y aseguró que “aún es posible defender la soberanía energética y luchar contra la reforma en curso”, para lo cual convocó a movilizarse en todo el país, y especialmente hoy en las puertas del Congreso para hacer escuchar la voz del pueblo en favor del Derecho a la Energía”