En primer término explicó el “giro a la derecha” que estarían dando buena parte de las democracias, aunque estimó que, en realidad “no van a ningún lado”.

Ejemplificó con España, que afirmó que es interesante, porque, pese al 25% de desocupación y 55% de desempleo juvenil, tampoco la fuerza que representaba a los “Indignados” tuvo una gran aceptación.

De todas maneras reconoció que “Podemos” hizo una muy buena elección. Aunque, según él, los partidos tradicionales “a pesar de estar haciendo las cosas poco bien”, no las están haciendo al extremo de que en su lugar haya partidos nazis o de ultra izquierda en su lugar.  

Por otro lado, manifestó que solo 2 de los 28 países de la UE tuvieron ganadores en los comicios que llegaron al 50% de los votos, el resto se caracterizó por una gran fragmentación y baja participación.

Malamud consideró que lo anterior está relacionado con la crisis.

Afirmó que esta etapa de crisis va “por la mitad”.

Señaló que los países del sur tienen una deuda pública de alrededor del 130% del PBI, al extremo Grecia con el 170%. Comparó con la Argentina, que en el 2001 tenía un 60% de deuda en relación al PBI.

De todos modos dijo que son deudas que hay que reestructurar, que Grecia ya lo ha hecho dos veces y no le alcanzó.

Muchos países tienen déficits importantes y alto desempleo, pero “muchos no son todos”.

Puso como ejemplo que Alemania y Austria tienen el 5% de desempleo y el problema es sistémico, ya que la Unión Europea no ha conseguido homogeneizar y marchar en la misma dirección.

Haciendo la comparación con América Latina, Mercosur y UnaSur, diferenció que acá no estamos integrados.

“Cuando se hunda Venezuela, porque se va a hundir dentro de más o menos tiempo, no va a arrastrar a los demás”.

En cambio en Europa se hunde un país, se lleva el Euro puesto, porque comienza la corrida bancaria y deben emitir, cosa que Alemania no está dispuesta a hacer.

Sostuvo que ya están transitando la deflación, que es peor que la inflación porque no hay consumo, esperando que el dinero valga más al día siguiente.

Respecto a Argentina manifestó que, junto con Venezuela, son los dos países que van a contramano de América, con inflaciones del 30% y el 50%, respectivamente.

Malamud, señaló que en nuestro país hay recesión con inflación. Comparó con Uruguay o Brasil donde la inflación no supera el 7% en ninguno de los casos, y los preocupa y desde los gobiernos la quieren bajar.

Además, explicó que lo que pasa en Argentina, sea bueno o malo, es culpa de Argentina, a diferencia de Europa donde lo que se ve es consecuencia de algo que funciona mal en la Unión Europea que es el Euro, que unificó la moneda sin unificar la “fiscalidad”, o sea la recaudación y el gasto.

Respecto a la actualidad del país, Malamud sostuvo que lo que el gobierno hace este año, son cosas que debería haber hecho antes, al menos, tras la reelección de Cristina con el 54%.

Hacen lo que negaron que fueran a hacer, sentenció.

Se puede criticar porque lo hacen tarde y mal, pero reconoce que no se puede vivir con lo nuestro y estar fuera del mercado crediticio. Dentro de poco se verá si con estas decisiones llega a tiempo, consideró el politólogo.

Recordó que algunos, hace seis meses, insistían que no llegaba al 2015, pero ahora a nadie se le ocurre.

El Dr. en ciencias políticas sostuvo que todavía no se sabe, puede pasar mucho, con mundial en el medio y una situación económica que pasó de inestable a frágil.

Reconoció, sin embargo, que es el gobierno el que controla los tiempos de la agenda.

Por último caracterizó a dos de los pre candidatos presidenciales como Scioli y Massa.

El primero de ellos necesita tiempo para recuperarse de la derrota del 2013 y el segundo lo que le sobra es tiempo, porque no tiene territorio y aparato y necesita desangrar al kirchnerismo antes que se recupere.

Afirmó que el FPV cerró la cerca y contuvo a gobernadores e intendentes, los radicales ya han conformado su espacio y Massa no ha podido juntar lo que necesita con la rapidez con la que lo necesita.

De todos modos concluyó que el kirchnerismo debe fijar los tiempos en 2015, porque después de ese año le sucederá “lo que le pasó al menemismo”.