En la misma expresan: Nuestro país ha demostrado su capacidad de resurgir de una de las peores crisis económicas de su historia en el año 2001, y ponerse de pie sobre sus propios recursos, construyendo un país soberano. Estos logros se asientan en un conjunto de acciones políticas que ha llevado a la recuperación de la vida en democracia, la defensa de los derechos humanos, la división de poderes y la seguridad jurídica.

Las Universidades Nacionales no han estado ajenas a este proceso que ha permitido concretar luchas y reivindicaciones a partir de una mayor inversión en ciencia, arte y tecnología, un incremento de los salarios docentes y no docentes, mayor número de estudiantes y egresados, más Universidades Nacionales y carreras en pos de las necesidades de un nuevo modelo de país.

Desde el punto de vista gremial los docentes, después de años de luchas hemos obtenido reivindicaciones históricas para el sector como el blanqueo de nuestros salarios, paritarias, la ley de jubilación y logros particulares como la Carrera Académica.  Sin embargo, en la actual coyuntura, vemos como viejos y nuevos actores atentan contra las mejoras salariales después de años de lucha.

El aumento de precios afecta directamente el poder adquisitivo de todos los trabajadores por lo que defender el salario implica negarnos a aceptar el juego de los intereses mezquinos y especuladores que empujan a aumentos de precios desmedidos, por encima de los valores reales.

Gremialmente, es nuestro deber y compromiso proteger las conquistas salariales logradas así como garantizar las condiciones de trabajo de todos los docentes de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. En este sentido estamos solicitando la urgente convocatoria a paritarias y reafirmamos nuestra lucha por un Convenio Colectivo Único, Nacional y Obligatorio. Pero seria inadmisible llegar a una mesa de negociación salarial sin habernos pronunciado en contra de los actuales ajustes de mercado provocados por los grupos concentrados del poder económico.

Por esto, reafirmamos nuestro compromiso con las reivindicaciones históricas pero también con los desafíos del momento. Sostenemos que el empoderamiento de toda la ciudadanía debe encaminarse a sostener todas aquellas iniciativas ciudadanas tendientes a resguardar las conquistas alcanzadas.  El control ciudadano de los precios se constituye en una forma más de proteger y defender nuestros ingresos.