Sostuvo que la reducción de la siniestralidad pasa por la reducción de velocidad, y puso como ejemplo España.

Añadió que en la medida que la gente sabe que se controla, se respeta.

También se expresó sobre la restricción  horaria para camiones, y dijo que si bien es un perjuicio para el sector productivo puede reducir la siniestralidad, aunque el dato central es que se está en deuda con la infraestructura vial.

Habló del estado de las rutas provinciales , a las que les falta cartelería, demarcación y mantenimiento. Todo esto significa un riesgo , sumado a la gran congestión vehicular.

Hay un colapso de la infraestructura, que no puede absorber la alta movilidad.

Respecto de las velocidades, manifestó que los carteles que especifican los límites de las mismas, no se vinculan con el vehículo, sino con el diseño de la ruta.

La discusión no pasa por cambiar el cartel sino la infraestructura

 En cuanto a las multas por exceso , señaló que algunos municipios contemplan hasta un determinado kilometraje, ejemplo, si hay un cartel que dice circular a 40 kilómetro, en algunas se contempla eximir de la multa si se excedió a 50 kilómetros.

Los separadores en las ciudades son importantes para la reducción de velocidad por el ancho de calzada y además porque impiden el cambio de carril .
En Argentina la demarcación y la señalización se respeta muy poco, según observó.

Si bien a largo plazo hay que apostar a la educación, en el corto plazo hay que recurrir al control y penalización

Además se refirió al trabajo que está realizando en el Municipio de General Pueyrredón para la planificación en la circulación.

Y señaló el crecimiento del parque automotor, en los últimos 5 años se han agregado 130 kilómetros de coches.

El estacionamiento es un problema en Mar del Plata y en Olavarría, y en ese sentido, dijo que hay que trabajar en transportes alternativos, como los masivos y los ecológicos.