Jueves 28 de Marzo de 2024

LOCALES

3 de diciembre de 2013

Detectaron el uso de bromato en una panadería local

Tras la prueba de laboratorio, Municipalidad y Provincia clausuraron el local de Rivadavia 3230.

Se informa que las investigaciones previas, a la clausura laboral preventiva, se originaron a raíz de una comunicación de la Dirección de Epidemiología del Gobierno Municipal que informaba sobre la atención en el Hospital Municipal de una persona con una presunta intoxicación con bromato de potasio.

“El bromato de potasio es un producto aditivo mejorador, utilizado para aumentar el volumen de la masa de los panificados. Por su acción cancerígena se encuentra prohibido su uso en el país”, indicaron desde la Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología.

Desde la Secretaría de Prevención y Atención Sanitaria del Gobierno Municipal se informa que al tomarse conocimiento del hecho: “personal de la Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología, procedió a inspeccionar el local, no encontrándose el producto en cuestión (Bromato de Potasio), ni el alimento contaminado que dio origen a la intoxicación”, ante esto “se procede a realizar un muestreo de los panificados, para detectar la presencia del producto anteriormente mencionado, los cuales fueron remitidos al Laboratorio Central de Salud Publica”.

“Se trata de las acciones de protocolo estipuladas” explicaron desde la Secretaría de Prevención y Atención Sanitaria del Gobierno Municipal.

El Gobierno Municipal informa al respecto “el protocolo de análisis de laboratorio detectó la presencia del producto (bromato de potasio) en un panificado”.

El Gobierno Municipal informa que tras esto intervino personal de Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y en conjunto con personal de la Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología, procedieron a realizar la clausura laboral preventiva, hasta tanto la entidad gubernamental correspondiente se expida.

Por último, se informa que por los datos epidemiológicos recabados, se determina que el producto alimenticio contaminado, provenía de una panadería ubicada en Rivadavia 3230, propiedad de Verónica Liliana San Martín.



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