Miércoles 24 de Abril de 2024

LOCALES

11 de junio de 2013

Ingeniería estudia un nuevo cemento con expertos checos

El cemento actual podría tener mejores propiedades y ser más amigable con el ambiente, si resultan positivos una serie de estudios que llevan adelante investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Unicén en conjunto con expertos de la República Checa.

Una mayor durabilidad y menos energía para elaborarlo es la idea para reemplazar parte del cemento Portland por residuos cerámicos y zeolita natural. Esto, consecuentemente, daría un gran impulso a la industria de la construcción.

Se trata, en principio, de estudios químicos y físicos como parte de un proyecto de investigación conjunta entre docentes del Departamento de Ingeniería Civil de la Facultad Local, y el Departamento de Materiales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Técnica Checa, de Praga.

La investigación es impulsada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, y el Ministerio de Educación, Juventud y Deportes de la República Checa.

En el marco de este acuerdo internacional, llegaron días pasados a Olavarría tres investigadores checos. Ellos son el doctor en física Robert Černý, jefe del Departamento de Materiales; el ingeniero civil Zbyšek Pavlík; y el estudiante de posgrado Milos Jerman. Forman parte, además, del grupo checo, el ingeniero Martin Keppert y la doctora Milena Pavlíková. Por la Facultad de Ingeniería local, integran el proyecto los docentes e investigadores Viviana Rahhal, Fabián Irassar, Mónica Trezza, Alejandra Tironi, y Cristina Castellano.

Entre todos, y con viajes recíprocos programados, trabajan en una nueva generación de cementos, con mejores propiedades y menos agresivos con el planeta.

Agregados

La investigación se concentra en la incorporación de residuos cerámicos y zeolitas naturales como adiciones puzolánicas del cemento Portland. Las zeolitas son minerales que contienen aluminio y silicio, que tienen la capacidad de hidratarse y deshidratarse reversiblemente. Las adiciones puzolánicas, donde se anota la zeolita, hacen al cemento más durable, más resistente a la compresión y a la abrasión, incrementa su impermeabilidad, requiere menos agua, y aumenta la resistencia del acero a la corrosión, entre otras cualidades.

La sustitución parcial del cemento Portland por estas adiciones reduce costos de producción, al tener que fabricar menos clinker, con lo que se obtiene un ahorro considerable de energía. En ese sentido, al reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, se obtiene una ventaja medioambiental.

Una nueva ley europea obliga a tener condiciones de confort adecuadas en casas y edificios usando menos energía, con lo cual se deben modificar las protecciones constructivas. Por el clima extremo en Praga, no es suficiente el hormigón autoclave, ni microporoso, y se requieren otros blindajes. Por eso la importancia de hallar nuevos y mejores materiales.

Actualmente, el uso industrial de los cementos compuestos es escaso. Implementarlo como material superador y con doble beneficio, es una aspiración de corto plazo cuando se completen los estudios de laboratorio. Además, el proyecto no se limita sólo a los materiales compuestos a base de cemento, sino también a cal y yesos, con lo cual se amplía su influencia industrial.

Intercambio

Los investigadores olavarrienses y los checos están trabajando en estudios similares sobre cementos con adiciones, y a través de publicaciones y encuentros en conferencias internacionales acordaron unificar esfuerzos.

Las investigaciones son similares, para ambientes distintos. En esa zona de Europa los checos no tienen problemas de transporte de humedad, pero sí de mucho frío. El panorama se invierte en esta región de la Argentina. El desafío del estudio es lograr modelos que logren abarcar todos los requerimientos a los que serán sometidos los materiales.

Básicamente, con este proyecto se intentan intercambiar técnicas desarrolladas por los grupos, como calorimetrías, y seguimiento de reacciones químicas por difracción de rayos X, en el caso local; y estudios de comportamientos de cementos compuestos sometidos a altas temperaturas, en el caso checo. Sobre este tema, el doctor Černý ofreció una charla en la Facultad, donde explicó la técnica usada en Praga para evaluar rápidamente la humedad de los materiales, y el uso de compuestos con fibras para evitar el colapso de las estructuras.

Este intercambio, además de buscar materiales compuestos y diseños de mezclas que sean aplicables a entornos distintos, acerca culturalmente a dos países a través de la investigación y el conocimiento.

Esta fue la primera vez que los checos visitaron la Argentina. Al recorrer esta zona de la pampa, Černý y su equipo admitieron su impresión por la extensión de los campos, la cantidad de vacas, que compararon con Kansas, en Estados Unidos, en otro viaje realizado.

Institucionalmente, este acuerdo abre la puerta para otras actividades posdoctorales de becarios que quieran seguir formándose en la República Checa, así como recibir en Olavarría a estudiantes de ese país. En definitiva, el vínculo refleja la calidad de la enseñanza en la Facultad de Olavarría, que puede adaptarse a trabajar en cualquier lugar del mundo, estrechando no sólo lazos académicos, sino también culturales.

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