Y como esa necesidad se renueva todo el tiempo, en la Facultad de Ingeniería de la Unicén también se refresca permanentemente la curiosidad científica. En una nueva convocatoria para otorgar becas a estudiantes atraídos por la investigación y el desarrollo, se presentaron una cantidad y variedad de propuestas que invitan al permanente descubrimiento.

Se trata de las Becas de Iniciación Científico Tecnológicas (BICT), que pretenden despertar la vocación científica e incentivar la participación de los estudiantes de grado en proyectos de investigación, contribuyendo a la formación de recursos humanos que se dediquen al fortalecimiento de la capacidad innovadora en temas de interés regional y nacional con fuerte impacto social.

Para este año estaba previsto otorgarse seis becas, que hubo que seleccionar entre diecisiete propuestas de investigación en marcha. En todos los casos, los estudiantes son integrantes de un proyecto dirigido por docentes.

Entre los alumnos beneficiados se cuenta a Cecilia Martinefsky, de Ingeniería Química, quien investiga sobre las “Alternativas tecnológicas del acondicionamiento de la cáscara de girasol para su posterior utilización”. Otra beca fue para Manuela Fernández, de la Licenciatura en Tecnología de los Alimentos, que trabaja sobre “Aportes tecnológicos tendientes a minimizar la pérdida de aceite durante el procesamiento de granos oleaginosos”.

Otro incentivo fue para Hilen Moccearo, estudiante del Profesorado en Química, en torno a un proyecto de “Análisis de una unidad didáctica y su implementación en el aula, desde los patrones temáticos que surgen”. También el beneficio lo recibió Raúl Bacchiarello, quien investiga la “Influencia de la soldadura en el comportamiento de los elementos de aluminio”, vinculada a la Ingeniería Civil.

El estudiante de Ingeniería Electromecánica Martín Bahl también recibió una beca, por un proyecto sobre “Desarrollo de técnicas de detección de fallas para motores eléctricos de uso industrial”. Y una beca más fue para Eliana Bella, de Ingeniería Industrial, quien investiga “Acciones para fortalecer las cadenas de valor de pymes en el sector productivo de minerales no metálicos”.

Saber para crecer

Además de los estudiantes que lograron la beca, hay muchos otros que aún sin este estímulo económico seguirán concentrados en sus investigaciones. La misma Facultad los incentiva para que presenten sus trabajos en otros programas provinciales y nacionales, y que alientan el mismo espíritu de la vocación científica.

En distintas etapas y con diversos recursos, varios estudiantes avanzados dedican parte de su tiempo en proyectos que tratan la obtención de pasas de uva de bajo contenido calórico, microondas para extraer aceites, contaminación de granos de maíz, diseño de redes de intercambio de calor, evaluación de ecosistemas lacunares, elaboración de nuevos materiales refractarios, innovaciones en el prefabricado de tubos de hormigón, dispositivos remotos para la enseñanza de la física, integración de celdas fotovoltaicas, refrigeración termosolar, y un biorreactor para efluentes industriales.

El secretario de Investigación y Posgrado de la Facultad, doctor Silvano Rossi, resaltó la importancia de estos estímulos para los jóvenes ya que su trabajo será en el futuro imprescindible para el crecimiento del país. “La investigación genera, como fin último, algo que es aplicable, como una determinada tecnología, un producto, una solución de impacto social o para el sector productivo. La investigación es el punto inicial para que sus resultados puedan ser transferibles o de solución para distintos ambientes y con carácter innovador”.

En Ingeniería, los temas de investigación apuntan a fortalecer asuntos tratados en las carreras, pero siempre en sintonía con las demandas propias del medio. Como ejemplos de sus antecedentes, la Facultad hace años que renueva su prestigio en didáctica de las ciencias experimentales, cuestiones de materiales, calidad del cemento y estructuras, en tecnología de semillas, y en robótica móvil, entre otros.

Sobre estas becas, Rossi destacó la cantidad de jóvenes involucrados y remarcó la política institucional para que los temas crezcan, surjan otros, y se multipliquen las soluciones. “Hacemos un seguimiento sobre las inquietudes de los estudiantes en investigación, porque queremos detectar cada vez a más chicos con vocación científica, para incentivarlos a que sigan, y contenerlos en ese sentido, porque ellos son parte del futuro”, sintetizó.