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30 de diciembre de 2012

Torturas en la Primera: “estuvieron como una hora echándome agua hirviendo y yo les pedía por favor que no lo hicieran porque no aguantaba el dolor”

Diego González rompió el silencio. El joven brutalmente torturado en la Comisaría Primera habló con LU 32. Con cierta reticencia a entrar en detalles específicos aseguró que “hay marcas que no se las borrará en toda su vida.” Por este hecho hay tres policías detenidos y otros tantos imputados por encubrimiento. También un médico quedó implicado en el hecho.

Diego González, el tristemente protagonista de una de las causas judiciales que podría centrar precedente en la Provincia de Buenos Aires a la hora de ventilarse en Juicio Oral y Público habló este domingo con Radio Olavarría. Lejos de la ciudad a la que llegó a “trabajar” relató lo que él definió como “un calvario”

“El calvario” de Diego González comenzó el sábado 12 de mayo, el joven acompañó a su tío al golf del club Estudiantes de Olavarría como caddie para participar en un torneo. Pero su estado de ebriedad era tal que simplemente quedó tendido en el césped, sobre un pasillo junto a la secretaría del club.

La vigilancia privada llamó a la comisaría Primera de Olavarría y ocurrió lo que suele ocurrir: levantaron un acta contravencional y llevaron aprehendido a González a la seccional.

Una vez en la delegación, los efectivos le pidieron dinero y como no lo tenía le arrojaron agua hirviendo y lo golpearon mientras estaba sujeto por esposas al piso.

Al día siguiente lo liberaron con el 30 por ciento del cuerpo quemado.

González fue derivado inmediatamente al hospital, donde lo intervinieron quirúrgicamente y estuvo alojado en el centro asistencial durante un mes.

“Tenía el 30 por ciento del cuerpo con quemaduras muy dolorosas en las piernas, glúteos, brazos, cuello, genitales y ano”, informó oportunamente la Justicia.

Diego González habló este domingo con Radio Olavarría y por primera vez se escuchó de su boca lo sucedido aquella madrugada.

"Era una cocina donde me tenían. No sé por qué me entraron a echar agua hirviendo y a pegarme a pedir plata, armas, yo simplemente fui a trabajar con mi tío y plata no tenía. Me han confundido o no sé que se les pasó por la cabeza para hacer lo que me hicieron. No conocía la Comisaría. Acá estoy ahora recuperándome de todo lo que me pasó ahí. Estuvieron como una hora echándome agua hirviendo y yo pidiéndoles que no lo hagan más porque no soportaba el dolor. Ni yo entiendo por qué se ensañaron así conmigo y más pidiéndome dinero, cuando no tenía ni 10 centavos en el bolsillo”, dijo.

Semanas atrás, y en el marco de esta causa, la directora de Institutos de Investigación Criminal de la Provincia de Buenos Aires Virginia Creimer diálogo con la periodista Claudia Rafael y aseguró que "la tortura desarticula a la persona y le hace perder la dignidad humana"

En esta línea fue como Diego González habló de cómo transita sus días tras haber sido sometido a los brutales hechos acaecidos en la cocina de la Comisaría Primera.

“Que se haga Justicia, si cometieron el error que lo paguen. Las marcas estas me van a quedar para toda la vida. Cuando me voy a bañar me miro y no lo puedo creer. Tenía todo a carne viva. Ojala que a nadie le pase lo mismo que me pasó a mí. Algunas veces cuando me acuerdo me pongo mal por qué no sé lo que me hicieron lo que me hicieron”, dijo.

Igualmente celebró el trabajo de la Fiscal Susana Alonso al afirmar que por algo los tres policías de haberlo torturado están presos: “evidentemente tienen pruebas”, aseguró.

La marcha de la causa, ahora frenada por la Feria, marca fuertes expectativas en el Ministerio Público Fiscal de Olavarría y particularmente en la figura de la Fiscal que llevó adelante la instrucción.

La expectativa está puesta en que las distintas instancias apelativas no derriben la caratula de “Torturas” por la que están imputados y detenidos desde el 18 de mayo los policías Néstor Rodríguez, Nicolás Manuel y Edgardo Constancio.

La misma Virginia Creimer, en aquel diálogo con Claudia Rafael, aseguró que por primera vez se “logró implementar en Olavarría el Protocolo de Estambul” y es en este punto donde la Dra. Susana Alonso sostiene sus expectativas de mantener la calificación que prevé condenas de hasta reclusión perpetua.

En la actualidad la causa se encuentra en la Cámara de Apelaciones de la ciudad de Azul a raíz de las constantes apelaciones llevadas adelante por las defensas de los imputados solicitando “prisión domiciliaria con salidas laborales”

De manera constante la Cámara ha denegado estos pedidos y ratificado el accionar del Juez de Garantías de Olavarría, Dr. Carlos Eduardo Villamarín.

Entre los motivos de estas denegaciones dispuestas por la Cámara, de neto corte garantista, se mencionan, precisamente, la calificación y gravedad de los hechos denunciados y por la pena en expectativa que podría recaer sobre los imputados.

Recordemos que de manera paralela hay otros tres imputados.

Se trata del Sub Comisario Pablo Blua acusado de omisión de denuncia en concurso de falsedad ideológica de documentos públicos y del oficial Miguel Rodríguez y el médico obstétrico Oscar Briscioli acusados de omisión de denuncia.

Para estos se prevén penas menores en caso de la llegada a de la causa a Juicio.



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